¿Por qué la gente prefiere ser gobernada antes que gobernar?

miércoles, 27 de enero de 2010

Jaime Bayly, el femenino moderno



La crítica parte de una entrevista que le hacen a Jaime Bayly, y es por ello que en esa entrevista el escritor no ha podido decir muchas mentirar ni hubo podido engatusarnos con sus bromas.


No hay nada mejor que tumbar a un grande, es ahí donde puedes probar tu poder en toda su dimensión. Pero Jaime Bayly es un grande porque el pueblo lo hizo grande, no los mejores. Es por eso que es una falso grande y esta crítica intenta quitarle esa fachada de “aristos” que tiene. Porque en primer lugar, un grande no hace daño, el grande es como un enviado divino que viene a mejorar la existencia de toda una masa desconcertada, viene a ayudar, no a hundirla más dándoles de comer porquería y media.

Las críticas

A pesar de ser Jaime Bayly una persona muy astuta, me refiero a que siempre se anticipa a las críticas criticándose él mismo, un hecho que no es para nada valiente, hemos percibido que en esta entrevista dice lo que piensa sin muchas máscaras. Su opción política, como él mismo lo dice, es parcial, opta por un bando. En televisión no se puede ser neutral, dice.

Critico esto porque creo que por ser un personaje muy conocido y es un “líder de opición” tiene muchas consecuencias en la vida política del Perú y de Latinoamérica. No critico cuestiones que no tengan importancia, sobre su sexualidad, su estatus económico, su egocentrismo, etc. En realidad no me importa mucho eso, no me importa cómo fue su vida, si fue feliz o triste, cómo se llevaba con sus padres o a qué nivel está su sexualidad. Lo que interesa aquí es cómo su intervención en programas de su autoría motivan un cambio en la vida de los pueblos.

Lo que no me parece bien es su opción liberal. Cuando le increpan este error político, Jaime Bayly piensa que lo hacen por un rencor racial, que como él es blanco y ha vivido acomodadamente, los cholos con su bandera roja por envidia le hacen leña.

Él va contra los dictadores de Macondo, de este pueblo en caos y barbarie. También llama al Perú “caverna”, horrible, etc. La barbarie se opone a lo civilizado, el caos se opone al orden, la caverna se opone a la luz. Según esto, Jaime Bayly prefiere la civilización, el orden, la ciudad luz… A esto se le llama una vida moderna, muy parecida a las grandes ciudades occidentales, tecnológicas, sin una pizca de tierra. Yo pregunto, ¿Sabe Jaime Bayly a qué costo puede levantarse este tipo de vida, estas ciudades? Yo creo que le falta mucho leer, enterarse de la historia, saber qué gana el mundo con la civilización y cuánto pierde.

Yo, por mi parte, no soy socialista, tengo ciertas críticas a la postura de Carlos Marx, pero la prefiero al liberalismo. Si tendría el poder de cambiarlo por el sistema comunista lo haría, pero es imposible.

Para defenderse de su crítica antidictatorial se justifica diciendo los matarifes que son estos personajes… Con esta justificación toma el antifaz de bienhechor de los pobres… que por ser asesinos estos dictaores están mal. Luego cuenta una historia sobre su abuelo latifundista, que en realidad es la verdadera causa por la cual está en contra de la dictadura, de Velazco, de Chávez, de Fidel y no como intenta pasar diciendo que ama al pueblo.

Jaime Bayly es un liberal porque es el único sistema que difiende a los ricos, a una pequeñísima parte del mundo. Que no son precisamente los mejores hombres, si fuesen los mejores hombres vaya que uno lo acepta, pero no. Los ricos de ahora son los judíos empresarios, los artistas, los narcos… seres defectuosos.

El mejor, el aristos, es el que vive feliz, más feliz que el resto, un artista es un enfermo, un judío es un ávaro, un narco es un criminal, un político es un ladrón y mentiroso. Un hombre bueno, con sus excepciones, no puede ser ni rico ni pobre. Éste hombre intenta vivir en armonía con la naturaleza, con el pueblo, con su alma. Si estás bien con estos tres trascendentales, entonces eres feliz y por ende bueno.

La vida moderna es una vida creada por los ricos, las personas que gustan del dinero. El dinero no es precisamente causa de la buena vida aunque facilita muchas cosas.

Jaime bayly es un seguidor de Vargas Llosa, ambos escriben bonito pero no opinan bien… Yo les recomedaría leer más y ya no mucha literatura, la literatura es para los enfermizos y los enfermizos no pueden opinar bien.

Sus críticas hacen daño a la política, fuerza a la gente a seguirle en sus opiniones, a vivir como él vive. Pero él no es feliz, él mismo dice: soy un canalla sentimental, “la televisión me quitó el alma”, incluso, para acomodarse, duda si tenemos almas los hombres. La falta de alma es la falta de sentimientos, de razón, de moral, de imaginación… Pero auqí se refiere a la falta de moral, de sentimiento social, por ello lo de canalla. Pero en el fondo tiene algunos sentimientos, para su familia será.

Lo típico del individuo moderno es que solo piensa en sí mismo (y dentro del sí mismo está la familia) y no se preocupa por la sociedad, por la naturaleza, ni por la historia. A las personas no les interesa cuánto ama un ser a su familia, eso no provoca cambios, lo que importa y lo trascendental es el amor con los otros, el pueblo, la naturaleza, los dioses, etc.

Yo creo que Jaime Bayly debe dejar de ser un niño, siempre está que dice yo amo a mi mami, a mi esposa, amis hijas, en sí, a mí mismo, su egocentrismo… y no le importa lo demás… este hombre aun no madura y un hombre que no madura nunca podrá ser un hombre de verdad, aquél que indica cómo se debe vivir, aquel que guíe bien a su mujer, a sus hijos, al pueblo.

Él es un hijo aún, aun no tiene espíritu de padre. Solo el hombre puede ser padre, el masculino antimoderno.

sábado, 2 de enero de 2010

LA DOBLE SIGNIFICACIÓN DEL TÉRMINO "POLÍTICA"



La palabra “político” o “política” son sonidos griegos. Esas palabras, casi como nos suenan ahora, se decían hace más de 2500 años en Grecia. Nosotros las seguimos utilizando; es por ello que, como toda palabra, ha ido variando su significación.


En estos tiempos, esta palabra está desprestigiada y ya no suena bonito a los oídos de quienes las escuchan como sí lo era antes, entre griegos y romanos. Una de las diferencias que hay entre lo que vivimos ahora y lo de antes era que antes los pueblos no tenían muchas personas, había más oportunidades. En nuestros tiempos, en cambio, la población mundial es exagerada.


Político viene de “polis”, que en griego significa “ciudad”, “estado”, “conjunto de comunidades”. La Política era una ciencia o técnica humana, no matemática, que estudiaba los problemas de la ciudad y los resolvía. Así como la ética era un pensamiento sobre nuestra vida individual, así la política era un pensamiento sobre nuestra vida social. ¿Cómo mejorar la sociedad?, ¿cómo resolver los problemas de mi comunidad?


Si nosotros entendiéramos que esto significa ser político, entonces no andaríamos renegando de los políticos de ahora. Pero el cambio de significado se debe precisamente al factor “multitud”. En el “ágora” griega o reunión de vecinos, las personas que tenían tiempo se acercaban a la plaza y daban su opinión o discutían los problemas de la ciudad, de tal modo que por votación a mano alzada se tomaba una decisión en nombre de la ciudad. Pero, poco a poco, el mundo, especialmente las urbes, se fueron poblando más. Ya no era posible una reunión entre vecinos, por el cual cada uno tenía derecho a hablar y a votar por cierta determinación. Era necesario un intermediario, un representante. La democracia representativa aparece cuando se hace imposible que todos puedan opinar.


Fue así que por comunidades pequeñas eligieran a un representante para que éste hablara por ellos. El “político representante“ supuestamente debe trasmitir las decisiones que se tomen en los foros de su comunidad a instancias mayores. Y este político era llevado en hombros, era buscado por el pueblo para que los represente.


Los tiempos han cambiado. El político representante ahora busca ser elegido primero, para después dar sus ideas. Para que pueda resolver los problemas de la ciudad, debe antes ser elegido para esa función. Por lo cual, el término “política” se amplió. Además de ser “un pensamiento para resolver problemas sociales”, es “una estrategia para buscar ser elegido representante”.


En los tiempos actuales, la segunda significación ha cobrado mayor fuerza y prácticamente nos hemos olvidado de su significación primigenia. Ahora “político” significa solo una “persona que quiere ser elegido representante”.


Pero si queremos recoger ambas significaciones, el político debería ser una persona que tenga una buena estrategia para que lo elijan representante y a la vez tener la capacidad de resolver los problemas de la comunidad. Y ésta no es una tarea deleznable, más bien virtuosa.